IMPOTENCIA.

Empieza a pasar demasiado tiempo desde la última victoria.

Horroroso. Un total «quiero-y-no-puedo» . Los veteranos del Sanpa cayeron con estrépito en Vallvidrera, en un partido para el cual,  pese a recuperar a varios jugadores y disponer, después de mucho tiempo, de tres recambios en el banquillo, estuvo muy lejos de su mejor versión. No sabríamos decir el porqué, pero fue una tarde terrible en el plano futbolístico para un conjunto verdiamarillo claramente superado por un Vallvidrera Senglars C.F. , que plasmó su superioridad prácticamente desde los primeros minutos, en los que aprovechó una pájara monumental sanpera para establecer un claro 3-0 en el marcador en menos de un cuarto de hora.

Lamentos entre la afición por la lesión de Germán.

Aunque pueda entenderse que, tal vez, el Sanpa pudo haber salido un poco dormido en este horario de la 4 de la tarde, no fue la falta de actitud lo que penalizó al equipo. Más bien, no supo cómo frenar a un equipo local, obviamente mucho más conocedor de las características de su terreno de juego (a 400 metros sobre el nivel del mar), que encontró un rápido acomodo para un juego directo y vertical, que le permitía llegar con claridad y rapidez a las próximidades de la portería de Pani.  A las líneas sanperas les llevó demasiado tiempo en adaptarse a la situación, y cuando lo hizo, ya iba perdiendo con claridad. Su incomodidad era manifiesta y las pérdidas de balón, constantes. Las contras se repetían en un interminable suplicio y las numerosas ocasiones de gol eran propias de un partido completamente roto. Estaba siendo un estado constante de locura, que estaba desquiciando sobremanera al equipo de Sant Joan Despí, durante unos instantes completamente fuera de partido.

Joan tuvo que hacer todos los cambios posibles de golpe para intentar cambiar la dinámica del encuentro, que podía acabar en una dolorosa goleada. No era una transformación radical, pero al menos podía servir para aplacar una inercia tan negativa. Y algo se consiguió. Los locales dejaron de llegar con tanta fluidez en ataque y los visitantes comenzaron a dejarse ver un poco más por la portería contraria. Esto permitió reequilibrar nuevamente el juego. Con el subidón del ánimo, Marc lograría recortar distancias (3-1), tras ajustar un balón de manera inverosímil al palo corto de un disparo desde el lateral; y Chus pudo haber marcado el segundo si el larguero no hubiera rechazado violentamente su potente e imparable testarazado a saque de esquina.

Sector de angustiados por el atracón de Clásicos.

Sin embargo, que esta no iba a ser una tarde para las delicias verdiamarillas se vio en el 4-1, poco antes del descanso. Como una nueva contra, con Pani desbaratando el mano a mano con el delantero, acababa con un gol en propia puerta. El tropel para los despropósitos estaba aún por incrementarse.

Del segundo tiempo, poca cosa puede rescatarse. El Vallvidrera Senglars C.F marcó dos tantos más, aprovechando la precipitación y los errores sanperos, y aún pudo marcar sumar algún otro. Incluso se permitió errar un penalti. Ayudó en parte el adelanto de la líneas sanperas que, de «perdidos al río», se lo jugó todo al «intercambio de goles», buscando superioridades y puntos débiles en la defensa local.

Chus marcó su cuarto gol de la temporada, y puso en juego su cadera y la rotura de varias vértebras

Hubo oportunidades para maquillar más el marcador, pero el único consuelo llegó con el gol de Chus, de chilena, a un centro forzado y en caída de Marc, que supuso el momentáneo 5-2. Por lo demás,  nada destacable, aún cuando el Sanpa mostró más iniciativa y mejora en el segundo tiempo.

Así pues, justa derrota ante un rival que fue claramente mejor y más contundente. Ahora, a pensar en el próximo partido, en Vilanova del Camí ante el Sant Roque, para el que el conjunto de Sant Joan Despí tendrá que mejorar bastante, si quiere romper la mala racha que arrastra y llevarse la primera victoria de esta segunda vuelta.