SEGUNDA VUELTA GOLEADORA EN CASA.
En esta línea, desde el pitido inicial salió enchufadísimo el equipo verdiamarillo, dispuesto a reducir al mínimo la posibilidad para la sorpresa o toda ansiedad que pudiera surgir por el rápido paso de los minutos sin mover el marcador. En ataque, esto se manifestó en una presión muy alta en la salida del balón del contrario y en la generación de numerosas ocasiones de gol. Al otro lado, en la retaguardia, se reflejó en una defensa muy concentrada, tanto por parte de Carlos como de Grego por el centro, amén de Jesús y Gurú por las bandas, concienciada para cortar con decisión cualquier acción de la delantera rival.
Sin embargo, no todo iba magia céltica ni coser y cantar, por lo que habría que afrontar algunos lapsus y superar algunos contratiempos. Sergio Albert se lesionó a los 5 minutos, teniendo que ser sustituido por Rubén, y otro Albert, «Kill-Hill», inició su particular “via crucis” al perdonar un mano a mano ante el portero visitante, que se haría grande ante las primeras oportunidades claras de gol. Así ocurrió cuando, poco después, logró tapar a Reda que, tras regatear a varios adversarios, vio cómo se le escapaba el balón por la línea de fondo al quedarse sin espacio para disparar a puerta. Ni siquiera el tanto inicial de Kike, en estado de gracia y muy activo todo el partido, tras recoger un pase de Rafa y rematar a gol dentro del área pequeña (1-0, min.8), hizo bajar los brazos al equipo del sur de Sant Vicenç dels Horts que, pese a su esquema lógicamente defensivo, tampoco renunciaría por completo a intentar acercarse con peligro al área local. Incluso tuvo su oportunidad en forma de peligrosísimo disparo de Aitor Blázquez, que se le marchó rozando la escuadra izquierda de la portería de David Vega. Evidentemente, sería el Sanpa el que dispusiera de un mayor número de oportunidades de gol, puesto que su rival permanecía gran parte del tiempo replegado en su campo (el ex-sanpero Ahmed era el único punta), cerrando muy bien los espacios a la espera de su oportunidad. Pero con el 1-0 y el control del partido, tras momentos brillantes, la velocidad del juego entró en alguna fase de «pasivo» que dio la sensación de que no se estaba aprovechando esa ventaja numérica para dar la estocada definitiva.
Comprensiblemente, al final se impondría la inercia existente, aunque se tendría que esperar hasta la recta final del primer tiempo cuando, en una gran acción individual, «Kicker» Aceituno recibiría el balón en banda derecha, para penetrar hasta el corazón del área de penalti y establecer de fuerte disparo un 2-0 más acorde a la dinámica existente (min.41). Un “directo a la mandíbula” que no llegaría solo, porque inmediatamente después, el capitán Rafa López cabecearía hacía atrás un saque de banda desde la derecha lanzado con fuerza amunikeña por Jesús, para sorprender al guardameta rival e incrementar así aún más la ventaja en el marcador (3-0, min.42), con lo que se aclaraba aún más el panorama verdiamarillo de cara al segundo tiempo.
La comodidad del resultado provocó, como no podía ser otra manera, que la intensidad no fuera la misma tras la reanudación, una circunstancia que aprovecharía La Guardia para apretar y buscar recortar las diferencias. De esta manera, un centro procedente desde la banda derecha acabó con un delantero visitante rematando sin oposición dentro del área para establecer el 3-1 (min.56), que devolvía cierta emoción al encuentro. Eso provocó movimientos en el banquillo local, para dar un tipo de refresco al equipo que no podía darle su rival, para los cuáles el paso de los minutos irían menguando aún más su grado de resistencia. En este sentido, la entrada de un Christian más explosivo por un trabajador Albert Hill acabaría por hacer «estallar» el sistema del equipo vicentino. En dos minutos, el partido quedaría listo para sentencia. En el 63, Matteo cruzaría de cabeza a la altura del primer palo al borde del área pequeña, estableciendo el 4-1; y en el 65, Christian «machacaría» en la portería un balón raso centrado por el propio Matteo desde la izquierda (5-1).
Con casi media hora de partido por jugar, aún habría tiempo de sobra para repartir protagonismo entre otros jugadores. Cabe destacar que el amplio margen que permitían tanto marcador como superioridad numérica no fueron impedimento para que David Vega se mantuviera integrado en el juego, realizando intervenciones de gran mérito en ciertos momentos. Primero, volaría a la escuadra para despejar un magnífico tiro de libre directo al borde del área local; después se estiraría como un goma hasta la base de su palo izquierdo, para impedir que subiera al marcador otro gran disparo desde el borde del área. Con todo, tras la salida al campo del animoso Guzmán por Matteo, solo quedaba un detalle que acabaría por redondear la tarde: el primer gol de esta temporada de Trillo. En una acción de eficacia, el jugador más veterano de la plantilla aprovecharía un balón dentro del área pequeña para estrenarse este año de cara a portería y cerrar, de esta manera, el «set» sanpero a falta de 10 minutos del final. El colofón, que quedaría maquillado pero no estropeado por el sorprendente gol olímpico de Ahmed, que en el descuento marcaría el definitivo 6-2.
Así pues, tras esta valiosa victoria, la tercera consecutiva en casa, aparece en el horizonte el próximo partido fuera de casa: un exigente duelo contra un equipo que cuenta para el ascenso, como es La Palma de Cervelló; que, pese a su goleada a domicilio contra el Eusebi Güell, ha manifestado un gran respeto por las dificultades que se le pueden presentar en este enfrentamiento contra el Sanpa, cuyo buen juego y los resultados de esta segunda vuelta empiezan a tener el reconocimiento de todos sus rivales.
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