LIBERACIÓN.
Un poco de alivio. Tras varias semanas de repetidos y frustados intentos, el Sanpa ha logrado por fin sumar una nueva victoria y romper, de esta manera, una mala racha que ya se alargaba desde noviembre de 2017. Este logro, además, ha llegado a lo grande: ante un rival de gran entidad como es el Athlétic Esparreguera, ante el cuál no se vencía desde 2013 y cuyos enfrentamientos previos, tanto con el Sanpa A como con el Sanpa B, se habían contado por derrotas en todos los casos para el equipo del casco antiguo de Sant Joan Despí.
Hubo que sudar. Y mucho. Hasta el último suspiro. Una gran primera parte del equipo verdiamarillo abrió la puerta a lo que iba a ser el primer triunfo de 2018, por el que se llevaba trabajando varias jornadas. Ayudó mucho que Toni Mesa volviera a recuperar su magia goleadora, pero también el magnífico trabajo que realizó todo el equipo, desde la portería, cubierta por uno de los refuerzos del «mercado de Invierno», Cristian, hasta la delantera, con la aportación final de Carlos Romero, que reapareció tras varios meses de baja por lesión dando muestras de su endiablada velocidad. Hay que valorar también que el grupo demostró su capacidad para sobreponerse a la baja de un jugador clave en el medio del campo como es Vega, y saber adaptarse a un encuentro que prometía bastante intensidad y choque, dado la veteranía del rival que, si bien, llego con algunos cambios respecto al que goleó al Sanpa en la ida, seguía siendo un equipo muy duro de roer y gran capacidad de reacción. Para ello, Carri decidió reservar a jugadores más técnicos en la medular como Yeste y Micki, y apostar por los «bregadores» Pazo y Cañadas, que, pese a su juventud, no se iban a encoger ante las exigencias del partido. Por detrás, Trillo iba a aportar su dosis de veteranía para reforzar el vínculo entre líneas con la defensa, con un Álvaro magistral y un Raúl portentoso (pese a algún despiste), y unos flancos con mucha velocidad, tanto por delante, con la explosividad de Jaume y Berni, como por la retaguardia, con la rapidez de Marc Reyes y Jesús. La punta de lanza sería nuevamente Toni, cuya recuperación de su olfato goleador iba a ser clave de cara a la suerte del encuentro.
Como así fue. El delantero sanpero acudiría a la cita con el gol y abriría el marcador a los 24 minutos de penalti. Tras una ocasión del propio Toni, que no logró enganchar el remate (min.8) y otra de Berni, que no logró dirigir a portería un balón que se había paseado por el área rival, un gran jugada por banda derecha acabó con una clara mano dentro del área visitante. Ante esta ocasión de enviar el balón a la red, el «killer» verdiamarillo no perdonaría con un tiro a la base del poste, aún cuando el portero llegó a tocar el esférico (1-0). De la misma manera, tampoco sería indulgente dos minutos más tarde, al cabecear al fondo de las mallas un saque de falta ejecutado por Cañadas desde la medular y que serviría para ampliar el marcador (2-0. Min.26). Dos goles que eran un justo premio para un Sanpa sobrio y luchador, con las ideas muy claras, capaz de manejar el partido ante un rival que, como se vería posteriormente, iría de menos a más y no se le podía dar por «muerto» en ningún momento.
Por ese motivo, tampoco era cuestión de facilitarle la labor. Evidentemente no podía salir todo perfecto, así que no podía faltar el gazapo de turno. De golpe y porrazo, un duelo que parecía controlado y tranquilo por el equipo sanpero corrió el riesgo de volverse en un mar de nervios y de inquietud. Todo por un error defensivo al querer evitar un saque de banda. Un mal despeje desde la derecha hacia el centro acaba en pies de un atacante visitante, que aprovecha el espacio y la defensa desplegada para encarar y acabar regateando a Cristian en el mano a mano (2-1. Min.31). Recorte de diferencias del Athletic y toque de atención para no olvidar que los partidos se ganan tras el pitido final.
Como si de un accidente se hubiera tratado, el equipo verdiamarillo volvió a tomar las riendas. Las ocasiones volvieron, y Toni la tuvo tras una recuperación de Cañadas en campo ajeno, pero su disparo, algo precipitado y demasiado lejano, no fue un problema para el portero. Raúl también pudo ampliar nuevamente la ventaja de cabeza a pelota parada, pero su remate se marcharía fuera. Sin embargo, a la tercera sí sería la vencida, cuando Trillo «filtró» con precisión suiza un pase en profundidad entre la defensa para la carrera del ultraveloz Jaume, que el mallorquín no perdonó en el mano a mano delante del portero (3-1. Min.44). De esta manera, se llegaría al descanso con una cómoda renta de dos goles que, si bien no era para nada definitiva, permitía afrontar con cierto optimismo el segundo tiempo, por primera vez en varios partidos a los que se había llegado al final del primer tiempo siempre con alguna desventaja.
Para sacar provecho de esta ventaja, y no comenzar a sufrir antes de hora, resultaría clave que el marcador no se moviera demasiado pronto en el segundo tiempo. Algo que, tampoco sería posible. El Atletic Esparreguera salió más decidido tras la reanudación y recortaría distancias nuevamente a los 10 minutos. Un saque de falta desde la izquierda sería cabeceado en plancha dentro del área, a la base del poste y lejos del alcance de Cristian (3-2. Min.55), por lo que volvería la emoción al marcador y tocaría apretar los dientes una vez más con el objetivo de llevarse el partido. Fue entonces cuando el Sanpa sacó su versión más madura esta temporada, sabiendo sufrir en defensa y luchando sin respiro para mantener esa valiosa ventaja en el marcador. Carri refrescó la defensa con Guille por Álvaro y Álex por Jesús, y sacó a Yeste y Micki para aprovechar su técnica y su velocidad para salir a la contra. Fue entonces cuando cada minuto se eternizó y requirió un trabajo intenso que, finalmente, daría su fruto.
Un paradón de Cristian a un cañonazo a bocajarro en volea dentro del área (que puso en jaque durante unos instantes sus expectativas de paternidad futura por la dureza del impacto) y un remate que golpeó el larguero tras un saque de córner, que se marcharía fuera, abrieron la posibilidad del empate, a la vez que los sanperos no tuvieron el acierto suficiente para culminar ninguna contra que decidiera definitivamente el encuentro. Sin embargo, gracias a una gran labor colectiva, el resultado no se volvería a mover y, tras un descuento de casi 6 minutos, el Sanpa se anotaría, de esta forma, la primera victoria del nuevo año y la cuarta en casa en lo que llevamos de temporada. Un respiro aliviado por haber roto, por fin, una racha negativa de 7 partidos sin ganar.
Una vez superado el reto de romper esta mala dinámica de resultados, en el horizonte se vislumbra otro nuevo y complicado desafío, algo que no se consigue desde la segunda jornada: vencer a domicilio. Para ello, habrá que rendir visita al Julio Méndez de El Prat, dónde otro conjunto atlético, el Atlètic Delta pondrá a prueba a los jóvenes de Sant Joan Despí, en lo que promete ser un duelo tan emocionante como equilibrado. Esperemos las buenas sensaciones se prolonguen y que, esta vez, el Sanpa B obtenga lo que esta semana no ha podido conseguir el Sanpa A, que no pudo batir al el Atlètic Prat Delta «B» en este mismo campo, para caer derrotado por 3-1 esta misma jornada.
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