El siguiente set lo ganamos.

¿Os pareció una sorpresa que la semana anterior el empate llegara a pies del portero?  ¿Os pareció surrealista el duelo nocturno ante La Plana, con dos goles de regalo y un golazo de cabeza de Albert Hill cuando está gafado con el Sanpa B?  Pues no habíais visto nada. El partido entre la Montserratina y el Sanpa A, disputado el pasado 25 de marzo de 2017, lo supera todo. De lo que parecía una goleada de escándalo a una remontada que murió en la orilla de puro milagro, en menos de media hora. Un espectáculo, entre la épica y lo esperpéntico, con 13 goles, 2 penalties (compensatorios, no fuera que se hablara de favoritismo), 3 expulsiones (2 de ellas con dobles amonestaciones sacadas con 10 segundos de diferencia sin que hubiera acto alguno de violencia ni palabra más alta que otra: disensión mal aceptada), 1 bronca en la banda por divergencias sobre las sustituciones,  2 banquillos exasperados y 1 locura total. Vaya, que podíamos poner fin a la temporada porque éste ha sido, sin duda, el partido más singular del año.

GilaNi los duelos entre Can Clota y Marina Atlético, ni los derbis entre Casablanca y Santboià (esos que, en dos temporadas, los cuatro partidos no han llegado al minuto 80 porque han acabado antes de tiempo por tanganas) pueden igualar lo visto en el Municipal de Torre-roja. Dos partidos completamente dispares en uno. El primero, que duró 60 minutos, con claro color morado y todo apuntando a una aplastante victoria sobre un Sanpa impotente. El segundo, de media hora más descuento, un tsunami verdiamarillo que avasalló al conjunto de Viladecans hasta dejarlo encerrado con todos sus efectivos disponibles dentro de su propia área pidiendo a gritos el pitido final, sin dar crédito a lo que estaba aconteciendo (bueno, ni nosotros tampoco, pero ellos tuvieron 4 goles de ventaja hasta en 3 ocasiones). Nada que ver un encuentro con el otro. Excepto que eran los mismos equipos y el mismo árbitro, que precisamente no disfrutó de su mejor tarde.

David TorrerojaPara comenzar, el Sanpa llegó a Viladecans sin portero titular (Juan está sancionado, Vega lesionado y Aleix de baja indefinida). Así que tuvo que volver a tirar del recurso clásico para situaciones desesperadas: «Spider» Moyano. Mal día para debutar:  el Sector Montserratina cuenta con recursos ofensivos suficientes para destrozar a cualquiera. En el último mes ha sumado 4 victorias consecutivas con una media de 3 goles a favor y 0,5 en contra. En la jornada anterior, le marcó a domicilio 6 goles al Corbera (sí, el mismo que ganó al Sanpa en Sant Joan Despí hace dos semanas). Y por si fuera poco, los malos augurios tardarían muy poco en plasmarse en el campo: a los 4 minutos de juego, un error de entendimiento entre David y Sergi acabó con el segundo haciendo una accidental vaselina sobre la salida del primero y dejando que un delantero local solo tuviera que empujarla a la red con la portería vacía (1-0. Min.4).  El banquillo sanpero ya podía buscar Prozac en el botiquín.

Aunque tuviera alguna ocasión de gol, que las tuvo, el Sanpa fue completamente desbordado por una Montserratina que rompía una y otra vez la línea defensiva visitante a base de velocidad y aprovechamiento de espacios. Cuando no era un pase preciso, era un rebote que les favorecía. Pero cinco veces que se plantaron ante «Deivid» Moyano, cuatro goles. En poco más de media hora. Menos mal que sacó una con el pie. Para más INRI, Lucho se autoexpulsó a los 28 minutos, tras discutir con el colegiado (ya experimentado en aquello de enviarle al vestuario antes de tiempo) sobre un forcejeo que le habían pitado como falta en contra y le había costado la amonestación. No es inverosímil creer que lo echara por ojeriza y por pesado, pero como estaba sobreaviso, porque ya había precedentes de anteriores «charlas resueltas con tarjeta roja», pues… a Carri le llevaban los demonios dentro del campo. 4-0 y con un jugador menos. Habría que ir a pedir Prozac (o parecido) al bar o directamente emborracharse en el mismo. Esto no podía acabar demasiado bien.

Pero el Sanpa… bueno, tiene la «fea costumbre» de resurgir para tocar los cojones de tanto en tanto. Cuando estaba más que «muerto y enterrado», volvió a asomar la cabeza.  No sería una sorpresa que Guardia, tras rematar un saque de falta de Joan, enviara de cabeza el balón a la red, rematando al segundo palo, y recortara distancias (4-1. Min. 44) . Tal vez esto acabara siendo un partido de fútbol sala, pero si no se pueden evitar los goles, almenos hay que seguir la estrategia de marcar más. A ver si así se ponía emoción a la cosa.

WimbledonPor si acaso, para no adelantar acontecimientos, aún habría tiempo para encajar un golito más. Vale, fue un churro, porque el delantero le pegó mal y mordido al esférico y se coló casi sin querer por el ángulo inferior que forman el poste y el suelo, inalcanzable para cualquier portero que no pasara por allí, pero subió al marcador. A fin de cuentas, este Sanpa tiene esas cosas: no se sabe si aplica la «goma» (conceder ventaja para luego neutralizarla) para hacerlo todo más interesante o si se reservaba fuerzas para la «furia» del segundo tiempo (no fue el caso de Carri, que corrió de un lado a otro del área, robando o rechazando balones que acababan siempre a pies de algún rival casualmente inmejorablemente colocado).

Tras el descanso, cambiaría radicalmente el panorama. La primera remontada, por eso, la certificó el Sector Montserratina, al verse con un expulsado más que el Sanpa a los 10 minutos de la reanudación. Para entonces, el conjunto verdiamarillo ya había adelantado líneas, «de perdidos al río», dispuesto a causar una mejor impresión en el segundo tiempo y luchar hasta el final para dar una imagen digna de este club. En este sentido, no decepcionaría. Es más, aún estuvieron a punto de provocar algún infarto entre la hinchada local. Todo comenzó cuando Guardia recibió un palazo dentro del área local, tras realizar un recorte, que esta vez sí se señaló como penalti. Al punto fatídico se dirigió Paco «Gable» Jiménez y no le faltó arte y maestría para ejecutar impecablemente la pena máxima (5-2. Min.58). Lástima que su primer gol en Liga tras más 8 años en el Sanpa llegara en un momento tan crítico y, a priori, tan poco propicio para hacer historia. Pero aún quedaba partido.

casa_locosComo si se pretendiese eliminar de raíz toda reacción, llegaría el sexto de la Montserratina. Los locales no llegaban como en los primeros 45 minutos, y con 9 jugadores los ataques se redujeron casi a cuentagotas, aunque cada aparición por las proximidades del área visitante suponía siempre una amenaza. Un centro largo desde la derecha, casi desde el córner, mal calculado por David, que  lo siguió con la mirada, acabó con volea de primeras al segundo palo, desde cerca (6-2. Min. 62). Tampoco hay que ser injusto: ya había salvado un par, incluido dos mano a mano ante atacantes que le encararon solos dentro del área. En esta ocasión, casi podría decirse que fue un accidente.

Una pena, porque la entrada de Josemi y Álvaro acabaría por electrizar el partido. Algo lógico, en un duelo de «largo recorrido» como se estaba convirtiendo éste (de 10 contra 9), esta sustitución supuso al Sanpa jugar con 43 años menos (sí, Josemi y Álvaro suman juntos la misma edad que Paco en solitario. Y Joan tiene 43). Cuando la «electricidad» comenzó a correr, el «eléctrico» por excelencia, Carlos Bernier comenzó a enchufarse. El doblete de «La Rata», en apenas tres minutos, volvió a mostrar los poderes del Sanpa. En la primera, un tuya mía con Guardia, tras una recuperación de balón de Carri en el medio del campo, acabó con pase de la muerte de éste desde la derecha del área y el tanto de Bernier, machacando a la red (6-3. Min.69). En la segunda, un pase filtrado por Josemi, que se fue de varios en eslálom, permitió al «Killer Descaro» sortear al portero en su salida y marcar el 6-4 (min. 71). Increíble, pero cierto. El Sanpa, de salir humillado, estaba nuevamente de vuelta al partido. El conjunto morado, de tener los 3 puntos completamente amarrados, a quedarse «grogui» y tener que luchar por llegar hasta el final del tiempo reglamentario sin más sobresaltos.

frente judeaEse soplo de auxilio llegaría en forma de nuevo penalti, esta vez a favor, en otra de esas jugadas desconcertantes (no sabes si van a pitar falta en ataque o en defensa… o si no van a pitar nada). En condiciones normales, un 7-4, a falta de 10 minutos, sería más que definitivo. Pero no. Éste era un encuentro de auténtica locura. Jesús Heredia entró por un desgastado Gómez (no se le da bien este campo), para llenar de más energía el campo. Además, con el Sanpa en modo «Juggernaut», ese cuarto de hora (contando descuento) hasta el envío a vestuarios se iba a hacer eterno.  Ese inimaginable poderío en la recta final, encontraría su repunte cuando Sergi (errático en el primer tiempo, supremo en el segundo) voló como «Air Jordan», saltando desde más allá del punto de penalti, para cabecear entrando como un BMW pisando a fondo directo a las profundidades de la red un magistral centro con rosca de Josemi (7-5. Min. 86). ¡¡¡Brutal!!!   El Sanpa parecía un fenómeno de la naturaleza, desatado.

mortadeloDos minutos después, un balón en largo de Robert, alejándolo de línea defensiva tras un saque de esquina local, lo acabó luchando Guardia entre dos defensores. Con un control orientado se escapó de ambos, se marchó desbocado también del defensa que salió al corte y, tras encarar al portero, levantó la pelota sobre el mismo en su salida y…   7-6. Minuto 88.

Cierto que, para entonces, la Montserratina se encontraba jugando con 8 jugadores, puesto que un jugador se retiró lesionado con las sustituciones agotadas. Los últimos minutos fueron dignos de un estudio científico de la asignatura de Cardiología en la carrera de Medicina.  No respiraba nada ni nadie. Berreos irracionales y silencios desoxigenados se entremezclaban. Los segundos parecía medirse en goteos de suero. La tuvo el Sanpa, cuando, tras una pared con Carlos, se quedaba Guardia solo ante el portero, pero se señaló al borde del área el patadón que recibió «La Rata». En esta ocasión, la ejecución no fue buena y los suspirios de alivio locales se hicieron notar más allá del Garraf. Ahí se escaparía la oportunidad del empate.

portada discoTras esta borrachera de emociones, se llegaría a la conclusión de este inclasificable y dramático partido de orgía goleadora, que permite a la Montserratina permanecer en los puestos de arriba y que, pese a que la machada quedó incompleta y en derrota, el Sanpa puede irse con la cabeza alta por el impresionante segundo tiempo realizado y la demostración, una vez más, de ser un conjunto aguerridamente pintoresco y particular.