CASTIGADOS. 

Nuevamente, se mereció algo más. Aunque pudiera entrar dentro de lo previsible, la derrota en campo del líder escoció ligeramente. No puede decirse que fuera injusta, dado que el conjunto de Sant Vicenç dels Horts demostró que no encabeza la tabla por casualidad, por un cúmulo de circunstancias favorables o, simplemente, por fortuna. Sin duda, es el mejor equipo que hemos visto esta liga. Y se puede decir que el Sanpa puede sentirse orgulloso de haber sido el único equipo del campeonato que ha conseguido mantener su portería a cero contra ellos. Sin embargo, el castigo fue excesivo, forjado en unos primeros y terribles minutos a inicios del segundo tiempo, en los que se «rompió» un partido hasta entonces dominado por el equipo local pero bien contenido por el equipo visitante. Y en el que, pese a la goleada, el Sanpa reaccionó con orgullo y fue a buscar sin complejos el gol del honor que, sin duda, no hubiera sido para nada inmerecido.

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                                El grupo dio la cara

Vencer a un rival superior o remontar un partido que tienes prácticamente perdido, es una obra de épica. Pero afrontar una situación complicada, en la que tienes todas las de perder, sin apenas recursos disponibles y tirando de lo poco que tienes, es realmente armarse de coraje.  Estos son partidos verdaderamente «jodidos», disputándolo en el campo de «La Guardia» ante el «regente» del grupo, que lleva 85 goles a favor (una media que supera los 5 por partido).  Con tantas bajas que obliga a jugar sin varios de tus mejores efectivos y con jugadores que no están al 100% para completar el 11 inicial. Teniendo en cuenta todo esto, aún cuando el rival no cuenta con una de sus estrellas goleadoras, la actuación del Sanpa solo puede tacharse de formidable.

Como era de esperar, el equipo dirigido magistralmente por un «ex» del Sanpa, Adrían «Adrinúa» Muñoz, dominó gran parte de los primeros 45 minutos. Manu ya tuvo que intervenir para sacar un balón con los pies a los 4 minutos, después de una jugada desde la derecha que nadie acertó a despejar, que sería respondida en la otra portería cuando una jugada de Berni desde la izquierda encontró el remate, demasiado desviado, de Alan dentro del área. No obstante, el primer gol llegaría con una acción de inmensa fortuna: un centro desde el arista derecha del área de penalti se fue envenando hasta convertirse en un disparo bombeado al segundo palo. Manu fue reculando hasta que consiguió despejar el balón, pero con tan mala suerte que éste golpeó en el larguero y, al caer, impactaría en su cabeza cuando estaba en el suelo… y cuya caída, sobre los dedos de su mano derecha, le impediría reaccionar mientras el balón atravesa la línea mansamente para alojarse llorando en el fondo de la portería. Caprichosa es la fortuna cuando además se alía con aquél al que no le hace falta.

A la expulsión de Santi, tras enzarzarse con su marcador tras un saque de falta en una acción que les costó la tarjeta roja a los dos, a finales de la primera parte, se unió la lesión de Gonzalo, que se había visto obligado a jugar «tocado». Esto provocó un cambio en el eje de la defensa, con Alex, mucho más seguro y consistente que partidos anteriores, retrocediendo su posición de medio defensivo y Abel, «veterano» tras el experimento realizado ante el Colegio Alemán (obviamente no es lo mismo jugar contra el farolillo rojo que ante el líder), mostrando una vez más su faceta «multiusos» como central. Una labor que contó con el añadido de cubrir unas bandas, sobretodo la derecha, con Gómez y Rubén adoptando un rol más ofensivo.

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Abel se «dejó la oreja» jugando de cierre y se ha    buscado a Iván de intérprete

El segundo tiempo tuvo un inicio fulgurante del equipo local. El 2-0 llegó con una mezcla de habilidad y fortuna: dos caños dentro del área y pase de la muerte para «ejecución» al primer palo a dos metros de la portería. Y el 3-0, en una contra, con una pared frontal en el medio del campo que dejó solo a otro de los goleadores locales, tercero en la «tabla de artilleros» con 20 goles, ante Manu, que poco pudo hacer. El cuarto llegaría tras un saque de falta, con una «puntita» que desvió el balón y cogió a contrapie a Manu.

No obstante, cuando parecía que el segundo tiempo se iba a hacer eterno, cambiaron las tornas. Era lógico que el equipo local, con cuatro goles de ventaja, no iba a jugar como si se jugara la vida. Pero no debe restarse mérito a la reacción de orgullo del Sanpa, que comenzó a controlar el juego y a llegar con peligro a la portería rival. No es exagerado decir que, si hasta el ecuador del segundo tiempo, el mejor jugador del Sant Vicenç dels Horts había sido el goleador Pol Font, en los 20 minutos finales, la estrella fue su portero Jonatan. Berni ya había hecho temblar el poste poco después del segundo gol local. Y Alan había enviado demasiado alto un remate en posición inmejorable, después de plantarse solo ante el portero. Sin embargo, el portero local hubo de intervenir en varias ocasiones, especialmente para sacar otro remate de Berni a 5 minutos del final.

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Ante la falta de gol, Marcos se ve obligado a cumplir su «amenaza» de volver al equipo.

No fue lo más claro del partido. La entrada de Mario y Chesco sumaron de cara al ataque. La ocasión más clara llegaría en la recta final, cuando, tras un saque de banda, el rechace le cayó a Rubén, cuyo disparo de chilena se estrelló en el poste largo con el portero ya batido; y el rebote del palo fue a pies de Chesco, cuyo disparo a bocajarro a tres metros de la portería vacia lo tapó con el cuerpo un defensor lanzándose al suelo, único impedimento de camino a la red.

Finalmente el gol del honor no llegaría, pero no porque no fuera buscado. Inmensa labor de Josemi en el medio del campo, muy bien acompañado por Elías cuando éste no se perdía en protestas y dilemas existenciales. Pero, más allá de las labores individuales, colectivamente el equipo dio una buena versión de sí mismo (lo que el físico les permitió). Y siempre quedará la duda de, sin con algo de fortuna y puntería, regularidad y una mejor estado de forma, se hubiera podido aspirar a algo más que una derrota digna y repetir la brillante actuación de la primera vuelta ante el líder.