A REACCIÓN.
Por cuarta vez esta temporada, el Sanpa ha completado su particular doblete de victorias, al imponerse con ambos equipos a sus rivales correspondientes de los grupos 11 y 12 en el transcurso de una misma jornada. Tras el duelo el sábado en Sant Just Desvern, que contó con la notable actuación de tres miembros del Sanpa B, este magnífico colofón (un homenaje al portero del «A», Aleix) lo ha consumado el conjunto de Platas justo al día siguiente, con un importantísimo triunfo ante la Peña Barcelonista de Sant Vicenç del Horts, con el que ha roto así una pésima racha de tres derrotas consecutivas. Forjado en un gran primer tiempo, con una media hora final realmente sublime, y reafirmado en el segundo, a base de mucho trabajo y sacrificio, los verdiamarillos ha acabado cumpliendo con su objetivo y, por segunda ocasión en lo que llevamos de temporada, los tres puntos en juego se han quedado en casa.
El debut de Reda, fantástico en su más que prometedora asociación con el «Meyi de Adra» en el medio del campo, y el retorno de Juanito «Coria», que volvía a la portería tras un largo periodo lesionado, fueron las principales novedades de cara a este partido que, por otro lado, suponía también la despedida de Rivo (cuestiones laborales). La conclusión, no pudo ser mejor: además de la ganar el choque, esta vez a Juan no le expulsaron y Rivo pudo prestar un último «servicio» marcando un gol (y lesionándose de nuevo, pero ese es otro tema). Para ello hubo que remar contra corriente, ya que la cosa no estaba para homenajes: un gol mal anulado a Christian a los 2 minutos de juego, por una falta inexistente que «corrigió» una garrafal falta de entendimiento entre defensa y portero (fue tan increíble el fallo, permitiendo al delantero meterse entre los dos y marcar de vaselina, que solo se pudo «racionalizar» señalando una presunta infracción) no solo impidió al Sanpa adelantarse en el marcador. Si no que, para más INRI, el equipo visitante cogería ventaja tras una clarísima y sonora falta a Sergio Albert (se «dejó ganar la posición» recibiendo los tacos en el tobillo), tras la cuál, tras no ser señalada, reaccionaron más rápido los blaugranas, que cogieron el balón en tierra de nadie y se plantaron delante de Coria para batirle dentro del área (0-1. Min.8).
Esta circunstancia, con un marcador no hacía demasiada justicia a lo que se podía ver en el campo, tampoco hizo sembrar el pánico. Cierto, hubo un momento de incertidumbre sanpera, en el que la Penya Blaugrana pareció llevar la iniciativa e incluso obligó a Juan a salvar el posible 0-2, en el minuto 18, al tapar con el cuerpo un mano a mano fruto de una contra (por supuesto, marca de la casa: pérdida de balón y repliegue dejando espacios). Sin embargo, el dominio verdiamarillo ocupó la mayor parte del tiempo, aunque no siempre se manifestara en ocasiones de gol. Éstas tampoco faltaron, desde que Reda, en una escapada por la derecha, metiera un balón para Rivo dentro del área, al que no llegó cuando solo tenía que empujarlo a gol (min.3). O una doble ocasión de Christian, como la que no enganchó bien dentro del área (min.26) o la que se le escapó por encima del larguero, a pocos metros de portería, tras una grandísima jugada del hispanovenezolano sanpero, al ritmo «raggatanga», por la banda izquierda (min.32). No perdonaría en la siguiente: un pase al espacio de Matteo por la izquierda, lo aprovecharía, esta vez sí, «Cholito» para sortear al portero y establecer el merecido empate (1-1. Min.34).
A partir de ahí, llegó la avalancha verdiamarilla, con dos goles más en 5 minutos. En el ojo del «Huracán», aparecería como una presencia letal, el capitán del equipo, Rafa López. Primero se quedaría suspendido en el aire, al segundo palo, tras un saque de falta desde la izquierda, para dejar de cabeza al borde del área pequeña y habilitar el majestuoso taconazo de Rivo, sin tocar el suelo y de espaldas a la portería, que permitía al Sanpa adelantarse en el casillero (2-1, min.36). Después, tras la recuperación de un balón en ataque, se sacaría un pase mágico al espacio para Christian, que definió a la perfección colocando el esférico por bajo el cuerpo del portero en su salida (3-1. min.38).
Ironías del destino, en los mejores momentos del partido, el Sanpa recibiría justo antes del descanso un nuevo tanto que devolvía la incertidumbre en el marcador. Otra vez, la jugada estaría envuelta en la polémica, ya que hubo una más que presunta falta sobre Grego, avasallado al despejar de cabeza en el área pequeña. Su rechace se quedó corto y amortiguado y, mientras todos esperaban que el árbitro señalara la falta, el balón volvió al corazón del área, dónde un atacante visitante se giró y soltóun trallazo en volea, imparable para Coria. Aunque precedido de una infracción no señalada, un golazo de bonita factura. Esto suponía el 3-2 y un partido abierto para la segunda parte, con todas las espadas en alto.
No obstante, todo cambiaría tras la reanudación. Con el empate a tiro, sería el equipo de Sant Vicenç el que iría poco a poco tomando el mando del encuentro y el de Sant Joan Despí el que iría regulando. A pesar de la gran labor en la media, quién dispuso de mayor protagonismo por parte del Sanpa fue su línea defensiva. Los Jesús, que había entrado por Sergio tras el descanso, Álvaro, Gurú y Grego hicieron una labor encomiable y, junto con Coria en la portería (volvería a salvar con el cuerpo un disparo a bocajarro en el minuto 63), y las ayudas de Rafa, Reda y, especialmente, Trillo (que entró por Matteo al cuarto de hora), hicieron posible que la portería se mantuviera a cero durante los segundos 45 minutos. En ataque, Guzmán, que entró por un Iván menos incisivo que en los últimos partidos, un desconocido Albert y un maltrecho Rivo, tuvieron la posibilidad de haber sentenciado a la contra, pero faltó un poco de mordiente. El gol de Grego, de cabeza, al envíar a la red un remate del «Meyi» tras un saque de córner, amplió la renta a dos goles para mayor margen con el que afrontar la media hora final (4-2. Min.56). Sin embargo, eso no fue un sinónimo de calma y el Sanpa tuvo que sudar para consolidar su victoria.
Aunque la presión a la que le sometió la Penya Blaugrana fuera considerable, el conjunto de Platas logró su objetivo de impedir ese gol que hubiera incrementado las opciones de su rival. El pitido definitivo de camino a vestuarios puso punto y final a un gran partido sanpero, en el que se pudieron ver diferentes aspectos, algunos bastante prometedores y otros algo menos, en los que ataque y defensa contaron con un papel destacado en cada una de las partes, para que conjuntamente se acabara obteniendo el premio deseado en forma de sexta victoria del curso y primera de esta segunda vuelta. Y, de paso, en el mejor «hasta luego» posible de Rivo en esta nueva experiencia en el Sanpa.
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