San Pancracio «B», 4 – Krill Can Cervera «A», 2

APOCALÍPTICO.

Valió la pena esperar para ver este partido. O no. El duelo entre Sanpa B y Krill-Can Cervera, aplazado dos semanas antes por la aparición de un socavón en el campo municipal Casc Antic, no defraudó en emoción. Sin lugar a dudas, lo más parecido a un «derbi» en lo que llevamos en esta temporada: un enfrentamiento «pseudofraticida», perfectamente representado en el lanzamiento del penalti que supuso el 2-2 del Sanpa, con los dos hermanos Esvira Sánchez frente a frente.

Jugado en el horario nocturno, un martes normal y corriente, tras cierta controversia sobre la hora de inicio del partido, el encuentro no dio tregua ni concesión desde el primer minuto de partido. Poco importó, o más bien nada, qué equipo estaba mejor o peor o quién ha sido más o menos regular esta temporada. Fue escuchar el pitido inicial y se desbordaron las pasiones: el pistoletazo de salida a un duelo frenético, titánico, de autentica locura. Donde la vertiente emocional afloró sobremanera. Se podía esperar un espectáculo de goles, puesto que el Krill llegaba tras varios partidos orgiásticos (5-5 contra el Santboià, 7-3 con el Gavá Mar , 4-2 contra el Molins de Rei) y el Sanpa no mantiene la portería a cero desde la primera vuelta (el 0-3 contra el Colegio Alemán) y suele generar muchas ocasiones de gol. Y goles, haberlos los hubo.

Al igual que en la ida, el equipo de Esplugues supo nadar y guardar la ropa. Se adelantó en el marcador, tras un pase interior a la espalda de Robert y posterior trallazo a la escuadra dentro del área pequeña en el mano a mano ante Iván, algo «clavado» bajo palos (0-1, min.7);  y logró neutralizar y atascar el ataque sanpero, que poco se pareció al del sábado anterior ante el Santboià. El tiempo comenzó a  avanzar rápidamente de manera favorable para los blanquiazules hasta que llegó una de las acciones clave del partido: la autoexpulsión del portero visitante.

La acción no dejó de ser algo infantil por su parte. A falta de poco más de 5 minutos para el descanso, un saque de córner a favor del Sanpa que había «muerto» en sus manos. En un intento de sacar rápido, se topa con Gonzalo que, le hace una clara y astuta falta táctica para impedir el saque, a lo que responde rebotándose y lanzándole la mano a la cara del defensor sanpero. El árbitro no dudó y le sacó la roja, lo que le supuso al Krill, no solo quedarse con un jugador menos, si no también verse obligado a colocar a un jugador de campo en el puesto de portero. El viento parecía cambiar de dirección.

Aún con un jugador más, al Sanpa le costó una barbaridad igualar la contienda. No fue hasta el minuto 10 del segundo tiempo que Sierra logró el 1-1. Pese a ello, los chicos de Paco y Miguel siguieron sin sentirse cómodos ante un equipo hipermotivado. Por ese motivo, cuando en el minuto 20 de la segunda parte, el colegiado señaló como penalti un agarrón de Álex dentro del área, en un saque de córner, que suponía además su segunda amonestación, se forjaba el desastre entre las filas sanperas. La materialización del penalti, por parte del «portero» Esvira Sánchez (1-2. min.64), sumando a que se igualaba el número de jugadores por equipo , no auguraba nada bueno para el Sanpa.

Sin embargo, tras 5 minutos de angustia, la reacción llegó. Un pase en profundidad de Elías habilitó un balón dividido al borde del área para el que Xesco ganó la posición. Metió el cuerpo justo antes y fue barrido por detrás cuando se plantaba delante del portero. Pena máxima y expulsión, y nueva oportunidad para volver a tomar las riendas del partido. En una acción valiente, sería Abel el que desafiaría la «Maldición de los Penaltis» del Sanpa (4 fallados esta temporada) y a su propio hermano en el marco bajo palos, para reestablecer el empate (2-2. min.69) y devolver la esperanza de la remontada en este choque de trenes de tan parecido color.

Con 20 minutos por jugar, ninguno de los dos quiso renunciar a la victoria. Se había sufrido mucho en el campo  y se había llegado demasiado lejos para conformarse con el empate. Sería Sierra «El Ejecutor» el responsable de romper la igualdad, tras ganar un desplazamiento largo de Abel y resolver el mano a mano contra el portero con un toque sutil por encima de él (3-2. Min.82). El amarillo sanpero comenzó a brillar, por fin, tras 80 minutos de juego. El Krill, pese a estar con 9, no tiraría la toalla y apretaría en los minutos finales. O almenos, hasta que una contra iniciada por Guardia permitió a Rubén galopar por la derecha y sentenciar de disparo cruzado lo que se iba a convertir en el tercer triunfo consecutivo del Sanpa en otros tantos partidos, y en el final feliz de una noche agonizante, en un duelo tenso y emocionante.

El Sanpa jugó con «Felino» Díaz, Rubén, Álex, Gonza, Robert, Abel, Guardia, Rafa (Santi), Elías, Xesco (Josemi) y Sierra (Berni).