AÚN POR DECIR.
Fue un 14 de noviembre de 2015 cuando las cosas comenzaron a torcerse. Una aciaga tarde en Torre-roja, con dos jugadores expulsados, con un gol recibido de penalti injusto y otro cuando se pararon los jugadores a la espera de lanzar una pelota fuera, con dos goles cantados fallados que hubieran supuesto el empate y anular una desventaja de dos goles y con un baño de intensidad por parte del equipo rival, fue dónde el Sanpa comenzó a ver desvanecerse su ilusión de luchar por los puestos de arriba. Un punto de inflexión negativo tras el esperanzador inicio de temporada (ocho partidos y una única derrota, ante el Can Roca en otra tarde de infausto recuerdo), que vendría acompañada de una pésima racha de cuatro derrotas en cinco partidos antes que acabase el 2015.
Ahora, en abril de 2016, el equipo tiene como objetivo concluir la Liga lo más arriba posible, luchar cada partido como si fuera un nuevo desafío e intentar demostrar que su nivel real no está tan alejado de los equipos que luchan por la plaza de ascenso que queda libre ante la hegemonía del Sant Vicenç del Horts 2014, líder indiscutible del grupo. La visita del Sector Montserratina, tercer clasificado en la tabla, al Barri Centre de Sant Joan Despí se planteaba como un gran reto (como lo será la próxima semana ante el Can Clota). Independientemente de lo que haya en juego para otros equipos, se trata de competir como si se disputara la jornada 1, con lo puesto y dispuestos a vencer al que sea y a quién sea. Ningún equipo de esta liga ha obtenido una victoria cómoda en este campo (el líder no pasó del empate y de los ocho primeros, solo dos equipos han vencido y ha sido por un mínimo 0-1). Tal vez por ese motivo, evidente para quién observe la trayectoria sanpera esta temporada, el equipo de Viladecans salió desde el primer minuto a por todas, para obtener una victoria que le permitiera seguir la estela del Can Clota en un domicilio que se presenta como complicado.
Le costó al Sanpa, una vez más en cuadro y con el necesario apoyo de los Davids y la «Rata» Bernier, quitarse de encima la intensa presión a la que le sometió de inicio el Sector Montserratina. La forzada reaparición de Gonzalo (como la de Santi en la segunda parte, ambos tras salir de sendas lesiones) no pudo ser menos plácida, y el agobio sobre la línea formada con Alex, Abel y Robert fue constante. Haciendo honor al escudo, el Sanpa supo sufrir y superar estos duros momentos iniciales, e incluso pudo haberse avanzado en el marcador, cuando un centro de Elías desde la derecha, con hasta cuatro rematadores verdiamarillos, no contó con el suficiente acierto goleador para convertir en gol un balón que saldría rozando el poste de la portería visitante (min.22).
Cuando parecía que la Montserratina bajaba un punto la velocidad y el Sanpa empezaba a respirar más tranquilo, llegaría el 0-1 a la media hora de juego. La jugada, diagonal a la espalda de la defensa, ya había sido probada con anterioridad por el conjunto lila, y su efectividad en esta ocasión, para desesperación de Paco, acabaría con un disparo cruzado desde la derecha del área al poste izquierdo , al que «Felino» Díaz poco podría hacer.
Con una hora aún por jugar, el partido estaba lejos de estar sentenciado. Aunque el juego no fuera demasiado vistoso, ambos equipos tuvieron sus oportunidades. Rafa no acertó a rematar dentro del área cuando se quedó solo de cara a portería, mientras que Iván realizaría un paradón salvador al sacar una mano milagrosa para desviar a córner un disparo bocajarro, que salió justo por encimo del larguero.
Tras el descanso, Xesco (decisivo al día siguiente en el partido del A) y Elias darían paso a los veteranos Bernier y Moyano, mientras que Santi ocuparía su puesto en el eje de la defensa. No comenzaría nada bien el segundo tiempo para el Sanpa, ya que la Montserratina, que volvió a salir con fuerza en el arranque, ampliaría su ventaja tras un rechace dentro del área, que acabaría con un empalme directo a la red (0-2. min. 47). Sin embargo, la reacción no podría ser más inmediata, ya que Rafa recortaría distancias en el marcador cuando se marchó directo a portería y, tras un primer disparo que rechazó el portero, encañonó a la red apenas sin ángulo dentro del área pequeña (1-2. min.49).
Con este tanto, los chavales de Paco y Miguel estaban de nuevo en un partido que parecía haberse tenido definitivamente de azul marino, y la posibilidad del empate comenzó a sobrevolar sobre el campo. Una posibilidad que se haría realidad cuando Sierra, demasiado perdido en batallitas personales y debates estériles con un árbitro que ya le había expulsado esta temporada, metió un balón interior desde la banda derecha, para la carrera de Guardia, que se marchó por velocidad y batiría por bajo, de fuerte disparo dentro del área, al arquero rival (2-2, min.64).
El giro en el guión del partido descolocó al conjunto de Viladecans, que caía una y otra vez en la precipitación. Eso hizo soñar al Sanpa incluso con la victoria, una remontada no descartable en un partido convertido en un correcalles, con llegadas a ambas áreas. No obstante, el esfuerzo y el estado físico acabaríapasando factura, y los minutos finales se convertirían en un asedio constante sobre la portería de Iván, que volvió a ejercer de «mesias». Salió a tapar con todo cuando un delantero rival se quedo completamente solo y con balón controlado al borde del área pequeña, rechazando con el pie un gol prácticamente cantado. Y sacaría otra mano salvadora cuando el banquillo visitante ya estaba cantando el tanto. La única vez que quedó vendido sería en el tiempo de descuento, cuando «Devid» Moyano sacó bajo palos la pelota que llevaba la firma irremediable del 2-3.
Al final, tablas en el marcador, que dejan algo de mejor sabor de boca al Sanpa, que ve premiado el gran trabajo realizado durante gran parte del partido y, sobretodo, su enorme espíritu colectivo, capaz de superar situaciones harto complicadas y afrontar las dificultades tirando de coraje y sin dejarse llevar por la tentación de tirar la toalla. Una vez más, demostró que es un equipo con alma, y todos esperamos que en sus próximos compromisos, siga manteniendo este robusto signo de identidad.
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