«No» es «No a la derrota».
Sufridísimo empate del Sanpa ante el Casablanca, que llegó líder a Sant Joan Despí y puso las cosas muy difíciles al conjunto de los Pacos y Migueles. Aunque hubiera podido darle la vuelta al marcador en el sprint final, lo cierto es que el equipo verdiamarillo también puede darse por satisfecho con el resultado logrado, puesto que contra los blanquiazules de Sant Boi se tocó hueso y tuvo que remar contra viento y marea en un partido en el que fue a remolque prácticamente desde el primer cuarto de hora.
La orgía de goles tampoco fue una casualidad. El Casablanca llegaba a esta jornada como el conjunto más goleador de la liga, con una media de casi 4 goles por partido. E hizo honor a su enorme potencial goleador. Lo normal hubiera sido que se llevara la victoria en este partido, en el que se adelantó hasta tres veces en el marcador (incluso con dos goles de renta). Pero delante tenía a todo un “señor San Pancracio”, que esta temporada parece haberle cogido la matrícula a la “Épica” y se decidido desarrollar su particular “Proyecto Desafío” centrado en el Fascinante Mundo de las Remontadas. Ya le dio la vuelta al resultado contra el Santboià (del 2-1 al 2-3); también contra el Sant Just Desvern (del 0-1 al 3-1); y a punto estuvo de hacerlo en Castelldefels contra el Vista Alegre (de hecho llegó a marcar el gol que hubiera neutralizado el 2-0, pero fue anulado por una discutible falta en ataque). Así que, subiendo un peldaño en el escalafón, tocaba a hora un nuevo reto. Y este fue no dejar que el rival se llevara la victoria pese a su “molesta” insistencia en adelantarse en el marcador una y otra vez.
Apenas había transcurrido un cuarto de hora de partido, cuando la defensa sanpera, con Barceló y Sergi de forzosos centrales, no acabó de despejar un balón traicionero y, desde segunda línea por el centro, llegara un jugador del Casablanca para soltar un derechazo raso, desde fuera del área, que colocara el balón junto a la base del poste y acabara en el primer gol del partido (0-1. Min.15). Estaba claro que el Casablanca no había venido a Sant Joan Despí simplemente a cumplir. Quería ser líder otra semana más.
Pese al tanto, tampoco puede decirse que el equipo visitante fuera claramente superior. Siguió inquietando pero el Sanpa también tenía sus opciones. Rafa no pudorematar un pase al corazón del área de Elías desde la derecha en lo que pudo haberse castigado perfectamente como penalti. Poco después, llegaría otra más clara, tras un garrafal fallo del portero en un intento de desplazamiento en largo con el pie, la tuvo Carlos, que interceptó el pase en línea de ¾ pero el control se le escapó lo justo para que el guardameta se le echara encima y despejara con “la segadora” a córner lo que hubiera sido el gol del empate (min.26). El tanto no subiría al marcador en esa jugada, pero sí lo haría en la siguiente: en la ejecución de ese saque de esquina, a pies de Elías, llegaría el remate de Guardia dentro del área pequeña que, de manera poco ortodoxa, enviaba el balón a la red para reestablecer la igualada (1-1. Min.27).
Poco duraría la alegría en la casa sanpera. Ni tan solo cinco minutos. De nuevo un jugador visitante se encontraría con balón controlado y espacio en línea de ¾ y su “chicharrazo” desde la lejanía, sin pensárselo y sin apenas oposición, se colaría casi por la escuadra izquierda de Aleix, ligeramente adelantado (1-2. Min. 32). Estaba claro que tocaba volver a comenzar. Ese paso no estaría exento de inquietudes, ya que un nuevo disparo del Casablanca, que se estrellaría en el poste tras un libre directo cerca de la arista derecha del área sanpera (min.38), dejó claro que los visitantes no iban a renunciar a ampliar su ventaja.
Esto tampoco amedrentaría al equipo verdiamarillo. En la recta final del primer tiempo llegaron sendos avisos. Barceló, que tendría que ser sustituido en el descanso por lesión, cerraría una jugada por la izquierda con un disparo demasiado alto desde la derecha (min.42). Solo un minuto después, Guardia tuvo aún más cerca el empate con un disparo a bocajarro dentro del área pequeña, tras una dejada de cabeza de “La Rata” Bernier, que el portero rival detuvo con el cuerpo en acrobática vuelo a escasos metros del poste izquierdo de su marco (min.43). Habría que esperar a la reanudación para que el marcador volviera a igualarse. En esta ocasión, la barriga de Guardia sirvió para ayudar a entrar un balón del recién entrado Hensi al segundo palo y desviado por un defensor visitante hacia portería (2-2. Min.46).
La locura goleadora no concluiría aquí. Cuando podía pensarse que la tranquilidad había “vuelto a casa”, llegó el hachazo visitante, un ejecutor letal que aprovechó 7 minutos críticos de flaqueza defensiva para adquirir dos goles de ventaja y dejar casi listo el partido para sentencia. Una rápida apertura a banda derecha y posterior centro al corazón del área (2-3) y un pase bombeado al espacio también desde la derecha para un potentísimo empalme a la red (2-4) trasladaron al Sanpa a la UVI, tirando por tierra todo el esfuerzo realizado. Posiblemente era un castigo demasiado cruel, puesto que la efectividad del Casablanca de cara a portería había sido absoluta, a diferencia del desaprovechamiento local de sus ocasiones. No obstante, quedaba algo menos de media hora para responder ante esa “injusticia”.
La entrada de Josemi por Rafa volvería a ser determinante como a principios de mes en Sant Boi. Su dinamismo, en ocasiones algo alocado, permitió crear brechas en el ordenado mediocampo rival. Además, a los 68 minutos, aprovecharía un balón al lateral izquierdo del área, con Carlos y Xesco atascados en el borde sin poder rematar, para sacarse una rosca rasa ajustadísima al poste contrario y devolver la esperanza sanpera de obtener algo positivo de este encuentro (3-4).
La tendencia se mantuvo durante los minutos siguientes. Un libre directo ejecutado por el propio “Chemita” Moreno obligó al portero visitante a volar y sacar una mano salvadora para enviar a córner el que hubiera sido el cuarto gol local (min.70). Sergi, en la ejecución del posterior saque de esquina, remataría de cabeza al poste. Y Guardia, dispondría de tres oportunidades para consumar su hattrick, pero sus disparos se marcharon por encima del larguero (min.73), demasiado cruzado (min.77) o directamente en el poste (min.84). Fue esta última jugada la que levantaría al público de sus asientos, ya que parecía que entraba y, tras golpear en el poste, el esférico quedó muerto entre “La Rata” Bernier y el portero en el suelo a menos de dos metros de la línea de gol… y la “batalla” por quién obtenía su objetivo la ganaría el arquero, que despejaría a corner. Una breve tregua porque, sin tiempo para recuperarse, el saque ejecutado por Josemi al segundo palo encontró a “Hendrick’s” Trillas irrumpiendo en el punto de penalti a la velocidad del sonido como un Eurofighter para enviar de dominante cabezazo el balón a la red por toda la escuadra (4-4. min.84)
El escaso tiempo que quedaba para romper el reestablecido empate mostró más pasión que cabeza. El árbitro hizo caso omiso a una contundente entrada sobre Guardia en una embarullada jugada dentro del área pequeña que, de haber sido señalada como clara pena máxima, hubiera podido completar la remontada. No se movería más el prominente resultado, por lo que este apasionante duelo en Sant Joan Despí supondría un justo reparto de puntos, dónde el Casablanca demostró el enorme potencial goleador que le caracteriza y el Sanpa volvió a dejar perseverante constancia de que nunca tira la toalla.
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