MUCHO QUE APRENDER.
Inesperado tropiezo en casa del Sanpa, que no supo contrarestar el inteligente planteamiento del Vallvidrera Senglars y acabó cediendo pese al espectacular hattrick de Rubén y contar con ventaja numérica los 25 minutos por la expulsión de un rival. Pese al claro aviso de que el conjunto de Collserola no era el equipo errático de inicios de temporada y que su capacidad goleadora había quedado patente con su aplastante victoria contra La Guardia (9-0) en la semana anterior, el inicio de partido no tuvo la tensión requerida. Y, como consecuencia, dos despistes en dos saques de córner, con sendos goles en propia puerta, acabarían pesando como una pesada losa para el resto del partido, aún cuando quedara más de 80 minutos por jugar.
Le faltó temple y le sobró improvisación al equipo de Sant Joan Despí. La igualdad entre ambos equipos fue latente, y esa ventaja de 0-2 en el marcador fue un regalo impagable para el equipo visitante, que se dedicó a gestionarla sensatamente a lo largo del primer tiempo sin correr más riesgos de los necesarios. Por el contrario, al Sanpa, que perdió por lesión muscular a Verbo a los 5 miunutos de juego, le pesó mucho ir a remolque. Pese a pasar a llevar la iniciativa y a tener más posesión del balón, caía repetidamente en la precipitación y sufría, por momentos, cierto desconcierto táctico. Dio la sensación de que faltan aún unas cuantas «horas de vuelo» juntos, en contraste con un Vallvidrera que demostró un orden y una capacidad organizativa algo más trabajada, complementado obviamente por un resultado favorable que había logrado sin mayor desgaste que haber puesto más atención a las jugadas a pelota parada en los primeros compases.
Pese a todo, durante mucho tiempo dio la sensación de que el signo del partido podría cambiar en cualquier momento si el equipo verdiamarillo se ponía las pilas y comenzaba a mostrar algo de acierto. No estaba siendo para nada inferior a su rival, y el resultado podía parecer algo excesivo a tenor lo visto en los primeros 45 minutos. Sin embargo, el segundo tiempo no empezaría mejor que el primero, puesto que el 0-3 llegaría poco después de la reaundación: nuevamente las dudas a la hora de despejar con contudencia un balón, concluirían con un potente disparo desde la media luna del área casi a la escuadra que resultaría inalcanzable para Pani (min.50). Un golazo, que ponía las cosas realmente difíciles para el equipo local.
La reacción, finalmente, no tardaría mucho llegar. Desde la banda izquierda, Ricard filtra magistralmente un balón para Rubén, que se marcha de dos defensores y, al borde del área, suelta un zurdazo seco y raso, que pasa por debajo del portero visitante para establecer el esperanzador 1-3. Un gol clave que hizo creer en la posibilidad de una remontada, que se convertiría en algo aún más factible cuando el Vallvidrera se quedara con un jugador menos, por una merecida expulsión por roja directa a una entrada desproporcionada y peligrosísima, cuando aún quedaba más de media parte por disputar antes del pitido final.
No obstante, la ventaja numérica resultaría esteril cuando un nuevo balón perdido en la banda derecha provocaría una contra y, con un control orientado en largo y una galopada desde medio campo, un atacante visitante encararía a Pani para, con un toque sutil a contrapié del portero, enviar el balón lentamente hasta el fondo de la red (1-4. Min.75). De poco serviría la respuesta inmediata de Rubén, que recibió un balón en la arista izquierda del área rival y cruzaría con acierto al poste opuesto del portero (2-4), ya que otra nueva contra en largo concluiría con el quinto gol de los collserolenses (2-5), con lo que el partido quedaría finiquitado.
A pesar del enorme esfuerzo final, con más corazón que cabeza y algo de anarquía ofensiva, el Sanpa solo podría recortar en un gol la diferencia. De nuevo Rubén, en estado de gracia, soltaría un zurdazo imponente desde el borde del área, para hacer inútil la estirada del guardameta rival y sellar con otro soberbio «chicharrazo» por la escuadra su tercer gol en su cuenta particular (3-5). Un tanto que llegaría demasiado tarde para aspirar al empate, dado que el tiempo restante apenas superaría los cinco minutos reales. Una lástima, porque siempre dio la sensación de que este Sanpa pudo haber tenido mayor suerte y haber obtenido un mejor resultado, del que acabó reflejando este abultado marcador.
Sin tiempo para más lamentos y con bastante trabajo aún por delante, la semana que viene al Sanpa toca repetir en el Barri Centre. El rival, el San Roque (Vilanova del Camí) pondrá a prueba la evolución y la madurez del equipo tras este largo «bache» de varias semanas sin ganar, con la esperanza de romper esta mala racha y volver a recuperar grandes sensaciones.
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