Segunda tanda de partidos de pretemporada, donde nuestros jóvenes sanperos han podido disponer de la oportunidad de proseguir con su preparación de cara al inicio de la competición, que esta temporada probablemente será la más extraña y atípica de sus vidas. En unos momentos de inquietud e incertidumbre a nivel colectivo, la práctica deportiva, a pesar de las medidas de salud y seguridad establecidas, ha permitido dar un respiro a la complicada situación que se vive en el día a día y hacer un pequeño «break» con el que poder disfrutar durante un rato, que nos aporte algo de ilusión y esperanza en tan anormal escenario.
Hasta Viladecans han ido nuestros bisoños prebenjamines, que han dado otro pasito adelante en su camino por mejorar sus prometedoras habilidades. No tuvieron un buen comienzo ante el Sector Montserratina, en lo que parecía una repetición del partido disputado ante el Levante la semana anterior. Sin embargo, a pesar de las adversidades, el equipo se centró más transcurrido el ecuador del partido, mejoró sus prestaciones a nivel defensivo y ofensivo, y cerca estuvo de neutralizar la ventaja adquirida por el equipo local. Gran trabajo y el gozo de poder ver el primer gol fruto de una jugada de estrategia, que nos llena de ilusión más allá de lo que dicte el resultado.
Al Benjamín de Grau y Sieso también le tocó desplazarse, en este caso hasta La Palma de Cervelló, para disputar su segundo partido. Haciendo hincapié en la formación y en el deleite por el juego, este equipo parece garantizar duelos donde los goles no van a faltar. Los partidos son vistosos y entretenidos, y solo queda lamentar que las celebraciones de los tantos no puedan ser más cálidas y efusivas en estos tiempos, porque están bastante presentes a los largos de los encuentros y cada logro siempre es digno de ser celebrado. Hasta 10 goles pudimos ver repartidos entre ambos equipos.
En La Barruana, los benjamines de Pelayo e Iranzo disputaron un emocionante encuentro ante la Peña Barcelonista Sant Vicenç dels Horts que se acabó decidiendo por la mínima expresión (3-2). El conjunto local se adelantó en el marcador, pero la reacción final del conjunto sanpero se quedó muy cerca de devolver la igualdad, demostrando que a nuestros jóvenes sanperos van a disputar el encuentro hasta el último instante, porque en la vida el inconformismo es una forma de seguir evolucionando.
Al último equipo que le tocó «irse de visita» en este fin de semana, no le fue nada mal en su pequeña excursión a Collserola. Buen partido de los alevines de Yeste y Rey, que se adaptaron bien a las dimensiones singulares del Camp de Vallvidrera, así como a la presión de un Valldoreix que lo puso más difícil de lo que pudo haber dictado el marcador final. No obstante, tal y como dicen los «misters», esta nueva victoria no significa que no se deba seguir trabajando , sobretodo en la resolución en los metros finales. Aunque nos alegra que, hasta ahora, haya tan buenas sensaciones.
Trabajo también queda por delante para Teo y Xavi en el otro conjunto alevín, sin duda un grupo de enorme potencial que muestra sin tapujos sus virtudes ofensivas. Tras su gran debut la semana anterior en Vista Alegre, en esta ocasión algunos fallos de concentración en los instantes finales de cada parte, han permitido al Catalonia igualar hasta en dos ocasiones una desventaja de dos goles y llevarse el triunfo en los últimos compases, aún cuando el Sanpa ha ido por delante la mayor parte del tiempo. Que pueden ser un gran equipo que pueda sumar muchos puntos esta temporada, está claro. Pero también que hará falta una mayor regularidad a lo largo de los 60 minutos de juego, también.
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