Durante los primeros 10 minutos, los jugadores parecían haber caído sobre sobre el campo sin unas normas conjuntas, e incluso sin conocer las reglas del juego. Este tiempo fue el necesario para respirar, mirar a cada lado, situarse y buscar un fin común. Del 10 al 35 aproximadamente presenciamos los mejores minutos del equipo esta temporada. Un muro en el centro del campo provocaban robos y ocasiones, sólo entrecortados por algún despiste defensivo que nos obligaba a mirar a nuestras espaldas de vez en cuando. En el minuto 45 llegó el premio justo por parte de Carlos a dejada de Rafi. Una segunda parte algo más equilibrada pero siempre controlada donde se repartieron minutos a todos los jugadores y donde Jona consiguió un justo segundo tanto en el minuto 75. Victoria sólida y primera palada de cemento para las bases de lo que serán unos fuertes pilares.
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