PEQUEÑOS DETALLES.

La cuaresma se está haciendo demasiado larga y empieza a haber ganas de chicha, aunque sea sin limonada.

Emocionante y equilibrado partido en Olesa, dónde el Sanpa realizó un partido muy serio y bien trabajado, pero en el que acabó cayendo como resultado de un par de acciones puntuales, que a la postre acabarían siendo definitivas. Sin duda una pena para un equipo verdiamarillo, que supo neutralizar con bastante efectividad el ataque durante los primeros 45 minutos, en los que el Olesa llevó más la iniciativa, pero no logró enjugar la desventaja en un segundo tiempo, en el que tomó las riendas del encuentro y dispuso de muy buenas oportunidades para haberle dado la vuelta al marcador.

A falta de goles, Úbeda espera participar en el próximo concurso de mates

En una dinámica muy parecida a la que se vivió en el partido de ida, el duelo permaneció dentro de una enorme igualdad, con un mayor dominio local sin claras ocasiones, gracias al inmenso e intenso trabajo defensivo sanpero y un Sanpa intentando desplegar su juego, a la espera de poder aprovechar sus recursos ofensivos en forma de «Verbo Veloz» o «Precisión Germánica». Una labor regular que sufrió un fatal revés, a poco del descanso, tras una falta lejana sin aparente peligro que acabó convirtiéndose en el primer gol del partido. En la única ocasión en la que un atacante fue más raudo en un balón suelto, tras un balón mal blocado (1-0). Un pormenor que desequilibró un partido que merecía permanecer en empate por la igualdad entre ambos conjuntos.

Pero el calco respecto al otrora duelo de la primera vuelta se confirmaría en el segundo tiempo, donde un absurdo penalti permitiría al Olesa ampliar el marcador y colocar un 2-0, posiblemente algo excesivo para lo visto hasta entonces, pero que confirmaba su solvente partido, ahora bien encarrilado para sus intereses. De esta manera, el Sanpa se veía obligado a adelantar líneas y correr mayores riesgos, en búsqueda de una remontada para la que disponía de poco más de media hora. Comenzaba su particular contrarreloj.

Cambiar el «grito de guerra» por piadosas oraciones antes del partido tampoco ha tenido demasiado efecto.

En eso se convirtió esta segunda parte. El equipo de Sant Joan Despí, con más posesión del balón y una mayor verticalidad, buscaría sin tapujos la portería contraria y tardaría poco en recortar diferencias, después de que Marc aprovechara un balón que se le había escapado de las manos al portero para enviarlo al fondo a la red (2-1). Sin embargo, las demás llegadas no se acabarían concretando en gol, que se resisitió incluso en situaciones inverosímiles. De esta manera el tiempo de reacción se iría extinguiendo, y sonaría el pitido final con la faena aún por hacer, a medio camino pese a las buenas sensaciones, ante un rival que se tuvo que entregar a fondo para poder mantener su ventaja y llevarse, en consecuencia, la victoria. Una lástima, porque se estuvo muy cerca y fueron unos pequeños detalles los que acabarían por ser determinantes en el resultado final.

Con el consuelo de haber sudado la camiseta, no haberse reservado nada y haber contado de claras opciones de sacar algo positivo de Olesa, al Sanpa no le queda otra opción de levantar la cabeza y seguir intentándolo hasta conseguir ese preciado triunfo, que tanto se está resistiendo en esta segunda vuelta.

 

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