DOCTOR JEKYLL & MR.HYDE
Quinta victoria a domicilio, la tercera en los últimos cuatro desplazamientos, de un Sanpa que mostró dos caras bastante diferentes en su visita al Camp de Provençana, histórica sede de L’Hospitalet Atlètic, ante el conjunto espluguense de La Plana. En su primera versión, desplegada durante el primer tercio de partido, se observó un equipo brillante, seguro y rebosante de confianza, capaz de anular por completo al conjunto local, atrevido y ofensivo como todos los equipos que lleva el veterano Fabián Gómez, y colocarse con un 0-3 en el marcador cuando aún no se había llegado a la media hora de juego. En cambio, la segunda llegó tras dos auténticos golazos del equipo rojillo en los últimos cinco minutos del primer tiempo, dejando brotar todo tipo de dudas y inquietudes dentro las filas verdiamarillas. Fue entonces cuando se comenzó a ver un equipo nervioso, desacertado y alterado, que no fue capaz de sentenciar un encuentro pese a tenerlo de cara, a pesar de disponer de clarísimas ocasiones a lo largo del segundo tiempo.
Apenas se llevaban dos minutos de juego cuando un espléndido pase de Elías al espacio habilitó a Rafa en un mano a mano contra el portero, al que batiría por el palo corto dentro del área pequeña (0-1). Sin duda, un comienzo arrollador, como se corrorobó con el segundo tanto, marcado por Guardia, que hizo un control orientado con la cabeza cerca de la media luna del área, tras un preciso desplazamiento en largo de Álex, para después encañonar al portero (0-2. min 10). Y, sin haber noticias del equipo local dentro del campo para desesperación del banquillo espluguense, la «fiesta» y lo que parecía el camino de una goleada de escándalo se confirmó cuando un balón de Rubén desde la línea de banda derecha se convirtió en una asistencia perfecta, para que «Xesgol» ajustara el balón al palo con una disparo de rosca, que superó al guardameta en su desesperada salida para instalarse en el fondo de la red (0-3. Min.23).
Lo que podía (y pudo) ser una cómoda victoria de un, hasta entonces, superior San Pancracio (con Guardia, Abel, Rafa y Elías, poderosos en el medio del campo), acabó siendo un cada vez más correoso duelo que acabaría con un resultado incierto. Si ya el partido de ida fue de auténtica locura (4-3, con los 7 goles marcados en los primeros 45 minutos), era de esperar que La Plana reaccionara. Como así fue. Con el paso de los minutos, aprovechando el bajón físico visitante, fue cogiendo confianza: balones divididos favorables, recuperaciones rápidas de balón, posesiones más largas… Por eso, como bien sospechaba Paco, resultaba clave que los de Esplugues no marcaran antes del descanso para no abrir la puerta a la creencia en una posible remontada. Una bajada de revoluciones podía suponer que no se pudieran volver a incrementar.
La predicción no pudo ser más precisa. Poco pudo hacer Manu, que ya había intervenido poco antes, para evitar el 1-3 (min.40), fruto de la impecable ejecución de un libre directo al borde del área, con el balón golpeando en la base de la cruceta antes de entrar por toda la escuadra. Un gol espectacular que aún vendría acompañado por otro gol aún más impresionante: una superioridad 2 contra 1 generada en la banda izquierda del ataque local, permitió a uno de sus atacantes marcharse hacia el centro y, tras avanzar un poco a trompicones, lanzar un testarazo que se colaría por toda la escuadra izquierda de Manu, al que tampoco se le podía pedir más ante la perfecta factura del tanto (2-3. min. 43). Y el encuentro, parecía, volver a comenzar…
Casualidad o causalidad, la cuestión es que el segundo tiempo sería casi un calco de los segundos 45 minutos de la ida. Toda la fuerza y brío anteriores a la media parte daría lugar a un juego más emocional, enredado en un manojo de nervios y un constante»quiero y no puedo». Sierra, por partido doble, y Xesco, dispusieron de clarísimas ocasiones ante el portero local, que no lograron resolver. Por otro lado, Manu tuvo que ejercer de salvador en varias ocasiones, como un disparo de cerca que sacó con la rodilla. A pesar del temple de Robert y Alex en defensa, la línea defensiva se vio sometida a mucha presión. Abel, Rafa y Rubén estaban exhaustos, Guardia y Elías ayudaban en defensa pero, ocasiones, les faltaba coordinación, y Santi, fantástico todo el partido, acabo desquiciándose en los minutos finales. La emoción del resultado mantuvo a los dos equipos (y al colegiado) al límite de la cordura, todo bajo el intenso calor de mediodía.
Al final, el marcador no se movería, frustrando las esperanzas locales y aliviando a los visitantes, permitiendo al Sanpa sumar tres puntos más, para afrontar la recta final de este campeonato con la esperanza de llevarse buenas sensaciones (y resultados) en una temporada algo accidentada.
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