¡INSURGENTES!
¡Gran trabajo colectivo y mejor victoria! La UD San Pancracio “B” se rebeló contra su destino y supo demostrar, ante uno de los mejores equipos de este Grupo 12 de Cuarta Catalana, que la posición que ocupa en la clasificación no dicta demasiada justicia. La sorprendente, que no inmerecida, victoria en Molins de Rei ante el Incresa Atlético, unos de los favoritos de la competición y segundo clasificado pese a la derrota, vuelve a dejar constancia de que ningún equipo de esta liga va a ponerlo nada fácil; y que los puntos habrá que sudarlos, y mucho, para todo aquel que quiera sumarlos.
La clave de la victoria estuvo en el formidable trabajo del Sanpa en defensa, capaz de cerrar las líneas de pase, sobretodo en las zonas centrales, así como de provocar la incomodidad y la falta de profundidad del rival durante gran parte de los 90 minutos. Ciertamente, fue un partido sin muchas ocasiones, donde los chicos de Platas priorizaron el rigor defensivo y primaron el control antes que obsesionarse con ese gol que a veces se le resiste. Se ciñeron al plan, incluso cuando el Incresa se adelantó en el marcador. En un duelo dónde las llegadas a las áreas fueran muy esporádicas, los verdiamarillos supieron mantener en todo momento el posicionamiento en un campo de las dimensiones del Ricard Ginebreda, procurando controlar el tempo del partido gracias a la veteranía de los Grego, Sergio Albert, Carlos Rodrigo y Rafa, a la espera del error del rival y aprovechar la capacidad letal que pudieran ofrecer Albert Hill y Rivo, así como la velocidad de Kike por banda, para armar unas contras siempre peligrosas.
El primer tanto del partido llegó en el minuto 20 para el bando local, cuando el recién entrado Guillermo Leal, sustituto del lesionado Victor Vargas, recogió un rechace en el borde del área de penal y, de un punterazo de derecha, colocó el balón en la escuadra derecha de la portería sanpera sin que David Vega, impecable todo el partido, pudiera hacer nada (1-0). Un magnífico gol que no alteraría el planteamiento sanpero, firmemente fiel a la paciencia y evitando la precipitación, que no cesó en su convicción estratégica de defender como jabatos, y esperar alguna acción que devolviera el equilibrio en el marcador. Y así fue como, en el minuto 32 , llegaría el empate. Un robo de balón en la banda derecha habilitó un cambio de orientación rápido a la banda izquierda, donde apareció Matteo para avanzar hasta el borde del área de penalti y, desde allí, soltar un fuerte disparo cruzado, que se alojaría en el fondo de la red de la portería rival (1-1). Unas tablas de nuevo en el luminoso, con las cuáles se llegaría a la media parte.
La segunda mitad arrancaría con los blanquiazules adelantando sus líneas y unas forzadas ganas de decantar el partido a su favor antes que los nervios hicieran aparición. Su persecución del Corbera en lo más alto de la Tabla así lo exigia. Sin embargo, el escenario iba a transformarse completamente a los pocos minutos de la reanudación, dando pie a una sorprendente contrareloj local de la que sacaría tajada el Sanpa. Tras un saque de esquina, Rivo iba a mostrar su faceta «killer» tras encontrarse un balón botando dentro del área penal, y conseguir conectar un misil directo a dónde anidan las telarañas, estableciendo el segundo gol visitante que, a la postre, sería el gol de la victoria (1-2. Min.52). Un preciado botín al que no quiso renunciar un Sanpa que siguió haciendo un trabajo excelente en defensa, ya con Jesús reforzando el flanco derecho y «Gurú» Vidal y Álvaro imperiales en el eje.
Pese al generoso despliegue, la última media hora tocaría sufrir como pocas veces se ha visto para aguantar el resultado. La expulsión del capitán Rafa López, tras dos amonestaciones en apenas 5 minutos, y las lesiones de Albert Hill y Matteo, que provocaron la entrada en roles menos habituales de Iván y Trillo, perfectos a la hora de perpetuar el magnífico trabajo del equipo, incrementaron aún más los contratiempos que, una vez superados, acabaron por otorgar un descomunal valor a este extraordinario triunfo. Una hazaña, no solo por las circunstancias del partido en sí, si no porque la UD San Pancracio, sumando tanto con el A como con el B, arrastraba una racha negativa en la que llevaba más de 7 años sin ganar al Incresa en un partido oficial.
Con esta victoria, la segunda consecutiva en lo que llevamos de temporada y de 2017, el Sanpa B se consolida en la décima plaza de la Clasificación con 17 puntos cuando se llega al ecuador de la competición. Tras unos inicios muy duros, con 5 derrotas en los primeros 6 encuentros, el conjunto de Platas comienza a asomar la cabeza. Solo le faltaba una victoria de prestigio en un campo tan complicado como el Ricard Ginebreda, dónde solamente La Palma de Cervelló había logrado puntuar (1-1), para salir reforzado en motivación, de cara al comienzo de la segunda vuelta la próxima semana en el «interminable» campo de Les Grasses de Sant Feliu.
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