ALCANZANDO LA ORILLA.
Tras una mala racha espantosa, los veteranos del Sanpa volvieron nuevamente a sumar en Esparreguera, dónde obtuvieron un trabajado empate gracias a un gol sobre «la bocina» de Germanikus Baena. En un partido con alternancias en el marcador, el conjunto verdiamarillo tuvo que nadar contracorriente con todas sus fuerzas para neutralizar la última ventaja local, tras ver cómo le remontaban el 1-2 con el que se adelantó a principios del segundo tiempo y estrellar dos balones en los postes de la portería contraria.
No fue uno de los mejores partidos de los jugadores sanperos, obligados a jugar prácticamente con lo puesto en un campo de grandes dimensiones. Sin embargo, una vez más, no puede decirse que no se entregaran al máximo. Suerte que no hubo lesionados. Porque lo dieron todo. Y solo por eso, ya se hicieron merecedores de llevarse algo positivo de este desplazamiento. No fue un partido fácil, porque el CE Esparreguera hizo un gran encuentro y demostró que es mucho mejor equipo que lo que pueda reflejar en la Tabla de Clasificación. A diferencia de la semana anterior, en el que se pudo ver a un Sanpa resuelto y atrevido, sin nada que perder ante el líder, en esta ocasión sufrió demasiado. No solo en el apartado físico, que influyó bastante superada la hora de partido, si no también por la incomodidad con la que jugó gran parte del encuentro. No halló la manera de mantener continuidad y cierto control del juego , lo que supuso ceder en exceso la iniciativa y la posesión del balón a su rival durante varios intervalos de juego. Esto requirió una intensa labor defensiva, con mucho sacrificio incluido, pero también permitió a su oponente irse arriba y creer encarecidamente en la victoria. Se le dio al rival todo el aire que apenas entraba en los propios pulmones.
El CE Esparreguera dominó en unos primeros minutos muy erráticos del equipo de Sant Joan Despí, al que le costaba horrores llegar hasta la portería contraria. Sin profundidad ofensiva, balones que se perdían demasiado pronto y poco acierto en las decisiones a la hora de ejecutar las acciones. Demasiada precipitación y escasa confianza. Aunque también se pudieron observar aspectos positivos (espíritu competitivo, intachable actitud), lo mejor del primer tiempo sería, sin duda, el tanto de Chus (1-1. Min. 35), al rematar de cabeza un córner al segundo palo, que sirvió para empatar un partido que se había puesto cuesta arriba al cuarto de hora tras una buena combinación del rival y mejor definición ante Pani en su salida (1-0).
Algo más entonado saldría el equipo verdiamarillo tras el descanso, más animado y osado de cara al marco contrario. Fueron unos buenos minutos, los mejores del Sanpa, que sirvieron para darle la vuelta y colocarse con ventaja en el marcador, a la espera de una actuación más efectiva al trabajo de hormiguita que se había realizado hasta entonces. Llegó por una magnífica escapada de Verbo por la banda derecha, que lanzaría un pase al área para el remate de primeras de Úbeda, que enviaría el esférico al palo opuesto del portero rival y haría subir el segundo tanto sanpero en el luminoso (1-2. Min.55). Un escenario más propicio y la posibilidad del Sanpa para sentenciar en el contraataque. La dinámica del partido podía mejorar.
Por desgracia para los chicos del Sanpa, el cansancio comenzaría a pasar factura. Poco a poco fue retrasando sus líneas a la par que su rival incrementaba las «rondas» por las inmediaciones de Pani. La defensa, muy atenta, conseguía al principio desbaratar el peligro, pero progresivamente la amenaza iba «in crescenco». De esta manera, tras un saque de córner, sin que nadie acertara a rematar o despejar con claridad, voló de un lado al otro del área sin control cual pinball, para caer a pies de un jugador local, que chutó de primeras y envió al fondo de la red con la ayuda del larguero (2-2). Se rompió el cántaro. Jarro de agua fría y violenta vuelta a la realidad sobre la dificultad que entrañaba este partido para querer ganarlo.
Esta herida se agravaría poco después, cuando una pérdida de balón provocó una contra con efectos letales para el Sanpa: apertura hacia la derecha, entrada al área, centro-chut que despeja Pani en primera instancia y un rechace que solo tiene que acompañar con la cabeza el atacante local para batir la escuálida portería (3-2). Shock total. En apenas un momento, el Esparreguera había dado la vuelta al resultado y los verdiamarillos quedaban grogui y con poco tiempo para reaccionar. Cambio de situación, realmente desesperada ahora para los sanperos que, con las fuerzas ya justas, les tocaba dar el «no-va-más» y echar todos los restos, si el objectivo era evitar una nueva derrota e intentar rescatar algún punto en esta visita.
Con los riesgos que suponía a nivel defensivo, se buscó como se pudo el gol del empate. Mucha voluntad, poco acierto. Verbo estrelló un remate en el poste cuando ningún otro jugador, ni siquiera el portero, podría haber impedido el gol que no subió al marcador por un centímetro. El rechace posterior, lo cabeceó Chus a manos del guardamenta, que quedó bien colocado tras el disparo. Nuevamente el palo impediría el tanto sanpero cuando Reverendo remató con poco ángulo un balón que había salvado el mismo Chus por los pelos en línea de fondo, ganándole in extremis la partida al defensor. El rechace golpeó en la espalda al portero y se marchó a córner. No había manera.
Hasta que, cerca de la conclusión, Úbeda conseguiría filtrar un balón entre líneas para la conducción de Germanikus que, desde fuera del área, clavó el esférico a la base del poste contrario, haciendo estéril la estirada del portero (3-3. Min.90). Gran gol y premio para un Sanpa que no perdió la fe, y luchó hasta el final para conseguir romper, de una vez por todas, este pésimo ciclo sin puntuar. Enhorabuena, muchachos!!
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