CON ORGULLO.
Duelo de infarto el pasado sábado en Almeda, donde el Sanpa puso las cosas harto difíciles a un Can Clota que, con su sufrida victoria, mantiene la segunda plaza con igual diferencia respecto a sus perseguidores. Aún sin las aspiraciones de ascenso del equipo espluguense y pese a las buenas relaciones que mantienen ambos clubes (cada uno cuenta con ex-jugadores del otro), los muchachos de Paco y Miguel, dirigidos para esta ocasión por Reverendo, no fueron de paseo a tierra cornellense. No iban a permitir conventirse en una comparsa ni a aceptar el papel de víctima propicia (Can Clota venía de clavarle 6 al Santboià, y en el último mes y medio le marcó 8 goles al Sant Just, 7 al Krill y 5 al Colegio Alemán). Más bien al contrario, recordaron a su rival que el deseo de ascender pasa por superar los duros obstáculos que suponen los buenos equipos cuya clasificación no se ajusta a su verdadero nivel. Como han podido experimentar, en alguno de los dos partidos, todos los equipos con aspiraciones a ascenso o promoción.
El Can Clota de Juan Martínez salió a por todas desde el primer minuto, hambriento de marcar ese gol que encarrilara una victoria que necesitaban como agua de mayo ante la presión de Sector Montserratina y Can Roca 74, que tampoco fallaron esta jornada. Los azulados tuvieron la iniciativa y dominaron el juego durante gran parte del primer tiempo, disponiendo de variadas ocasiones desbaratadas por la falta de puntería, la reacción de la defensa o por las intervenciones de un colosal «Felino» Díaz. De hecho, el 1-0 fue más resultado de un rebote que de un disparo premeditado a portería, cuando Alex quiso quitarse de encima el balón y el despeje golpeó en la pierna (como un repique de futbolín) y se dirigió hacia la portería defendida por Iván, que poco pudo hacer para evitar el tanto (min.34).
Para entonces, el Sanpa ya había dado un par de sustos, con los que pudo haberse adelantado en el marcador. Primero, tras un córner desde la izquierda, con el balón paseando entre un barullo de jugadores al borde del área pequeña, y Rubén impactando su disparo en un defensor rival. Y, antes de la media hora, cuando una contra auspiciada por una recuperación de balón de Abel en el medio del campo, acabó con pase de Guardia a Rubén al lateral derecho, pero su posterior pase al centro no lo aprovechó Xesco, que golpeó mal en el disparo desde el punto de penalti.
A pesar de las suspicacias, el Can Clota no ha ingresado ninguna caja de quintos en ninguna empresa offshore panameña.
Con el 1-0 y con Elías tomando el relevo del lesionado Abel, la ocasión más clara para empatar la tendría Sierra cuando, poco antes del descanso, se uniría al «popular» Club de Lanzadores de Penaltis Fallados. La ejecución de la pena máxima, con disparo seco y poca carrerilla, se marcharía por encima del larguero para ampliar la «Maldición de los Penalties» de esta temporada está azotando al Sanpa (Luís fallaría otro al día siguiente, contra Olesa Bonesvalls) .
A pesar de la oportunidad perdida, el equipo verdiamarillo no se vino abajo. Tras la media parte, el partido viró de manera contundente. Tras algunes ajustes, con Gonzalo abandonando el lateral, dónde sufrió demasiado en el primer tiempo antes las superioridades generadas en esa banda, para tomar su lugar por delante de la defensa, Rubén reconvertido en lateral y Elías por banda, tomó el timón del partido ante un Can Clota algo más conservador, sobretodo al quedarse con un jugador menos por doble amarilla en el minuto 50. De la misma manera que los locales fueron persistentes en el gol durante los primeros 45 minutos, en la reanudación fue el Sanpa el que hizo digno merecedor del empate. Xesco volvió a chutar mordido dentro del área y perdonó a Joel, exportero del Sanpa B ahora en el equipo de Esplugues, en otra gran oportunidad que no sería la única tras otro buen centro de Rafa (su efectividad con el B es increiblemente inversamente proporcional a sus partidos con el A). Otro «uy» se dejó escuchar cuando Sierra se deshizo de su defensor y dejó a su derecha ante la salida de Joel para David Martínez, al que un defensor se adelantó a ras de suelo in extremis, tocando lo justo para impedir el tanto, cuando el joven jugador de Collbató, que había entrado pocos minutos antes, solo tenía que empujar el balón hacia la portería vacía.
En Cuarto Milenio trataron el misterioso caso del «Gol Fantasma»
El tramo final del encuentro, con sus correspondientes momentos de tensión fruto de la emoción del resultado y lo habido en juego, se acabó haciendo muy largo para los locales y… para el colegiado, que acabaría tomando algunas decisiones polémicas, algunas injustamente compensatorias y con efecto «retardado», más dirigidas a acallar protestas que a señalar lo que había visto bastantes segundos antes. La injusta expulsión de Gonzalo (vio la segunda amarilla tras la insistencia local, cuando llegó antes al balón y fue él quién recibió el golpe) y el gol fantasma que supuso el 2-0, que George había sacado bajo palos, acabarían por sentenciar un emocionantísimo duelo, con casi un parte para cada equipo, dos porteros muy destacados y un merecido vencedor que se impuso a un dignísimo derrotado.
El Sanpa B jugó con Iván, Gonza, Santi, Álex, Robert, Abel (Elías), Rubén (George), Rafa (Sergi), Guardia (Lucho), Xesco (David Martínez) y Sierra.
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